En diciembre de 2021, el Colegio Católico Arenys de Mar en Medellín sufrió graves daños estructurales debido a intensas lluvias, lo que provocó el colapso del muro de contención junto a la quebrada Iguaná y obligó a su cierre. Ante esta emergencia, la Fundación Con Cora decidió liderar y financiar la reconstrucción del colegio, no solo para reparar los daños, sino también para mejorar las instalaciones con un enfoque artístico y social.
Este proyecto asegurará que los estudiantes de este sector puedan continuar su educación en un entorno seguro y moderno.
El Barrio Blanquizal, perteneciente a la comuna 13 de Medellín, donde se ubica el colegio, ha enfrentado grandes desafíos como la deficiente infraestructura. Muchas familias llegaron a este lugar en condiciones difíciles a causa de desplazamientos por la violencia, con acceso limitado a servicios básicos.
La reconstrucción del colegio tiene como objetivo mejorar la infraestructura y calidad de vida de los estudiantes y sus familias. A continuación, se detallan los principales avances esperados, enfocados en asegurar la continuidad educativa y el bienestar de los 600 niños beneficiados.
Este proyecto le apunta responde a dos ODS.
La intervención garantizará la estabilidad estructural del colegio y un ambiente seguro, asegurando la continuidad educativa.
La mejora de las instalaciones proporcionará un entorno de aprendizaje adecuado y estimulante, con espacios artísticos y sociales.
La reconstrucción del colegio beneficiará al barrio Blanquizal, fomentando estabilidad y progreso comunitario.
Garantizar el acceso a una educación de calidad para los niños y niñas, de manera cercana y conveniente para sus familias.
En esta etapa, se realizaron estudios de suelos y diseños de planimetría, centrándose en la reconstrucción del muro de contención y, posteriormente, en la rehabilitación de la cancha polideportiva. Simultáneamente, se cambió el sistema de acueducto, se reemplazó todo el adoquinado de las placas principal e infantil, y se construyó una rampa de acceso para personas con movilidad reducida.
En la placa infantil, se añadió un parque temático para el disfrute de los niños. En la edificación principal, se renovaron los techos, tanto de la estructura principal como del coliseo, y se cambió toda la ventanería. Además, se renovaron los salones y se mejoró la iluminación en todas las áreas.
Los baños fueron completamente remodelados, con el cambio de enchape, mesones, puertas y baterías sanitarias. También se implementaron mejoras en los sistemas de seguridad, señalización y actualización de las instalaciones para cumplir con las normas de emergencia.
Para la reconstrucción de esta institución, Con Cora buscó ir más allá al incorporar una intervención artística de un artista urbano local. Se aprovecharon los nuevos espacios para llenarlos de vida, creando un homenaje visual que refleja la historia del sector.
Blanquizal, un barrio construido sobre los sueños de progresar y el empuje de los campesinos. Un lugar donde la esperanza fue silenciada por la violencia, las masacres y el desplazamiento. Una comunidad que sufrió en silencio los estragos de una guerra que no les pertenecía. Lo que alguna vez fue tierra prometida, se convirtió en un terreno hostil.
En 1989, llegaron las Hermanas Escolapias. Sin temor a la situación, vieron en Blanquizal una comunidad necesitada de segundas oportunidades. Así nació Arenys de Mar, el primer colegio del barrio, un refugio de esperanza en medio de un campo de guerra.
Era tanta la esperanza que este colegio representaba para la comunidad, que no dudaron en ofrecer sus propias manos para construirlo. Los muros fueron construidos con ladrillos cargados por familias enteras, cemento mezclado entre amigos del barrio y materiales impregnados de sueños. Antes de su llegada, más de 180 niños se quedaban en la calle cada año, alejados de lo único que podría cambiar su futuro y expuestos a caer en la delincuencia.
Arenys de Mar, no está ubicado al lado del mar pero sí en las riberas de La Iguaná, una quebrada con corrientes impredecibles que, en el 2021 a raíz de una época de lluvias, terminó por tumbar uno de los muros del colegio. Fue entonces como un legado de más de 30 años tambaleó y se vio en riesgo de apagarse.
La Fundación Con Cora se unió para reconstruirlo, trayendo así un nuevo amanecer.
A través de anécdotas y fotografías, los habitantes de barrio compartieron las experiencias más profundas de su vida, así Con Cora no sólo quería levantar muros y resanar paredes, sino honrar los milagros que suceden dentro de cada salón de clase. Es por esto que, la fundación por medio del artista local, Agüd quiso materializar esta visión.
DONDE SUCEDEN LOS MILAGROS, es un recordatorio de que Arenys es el cielo de Blanquizal, donde miles de personas han experimentado milagros: un niño que pudo terminar el colegio, un adolescente que evitó la delincuencia, una familia que cambió su destino, una comunidad que encontró su propósito.
La sonrisa de un niño es la pureza de Dios, y Dios es nuestro lugar seguro. Este mural lo hicimos especialmente para la entrada de Arenys de mar, donde lo que queremos comunicar es la felicidad y esperanza que motiva todos los días a las personas que construyen y mantienen este lugar, dar una bienvenida de amor materializado en juego y cielo.
Recurrimos al juego como representación de libertad, de niñez, de inocencia, ese juego que nos recuerda que seguimos siendo niños mientras mantengamos despierta nuestra capacidad de sorprendernos
El cielo está ahí para todos, solo basta con mirar, pedir y creer. Cuando la alegría se junta con la fe, todo es posible y eso fue lo que quisimos plasmar en estos dos murales, donde las sonrisas son protagonistas y el cielo representa aquello que todos anhelamos y una vez más confirmamos, que los sueños se construyen juntos.
El cielo está ahí para todos, solo basta con mirar, pedir y creer. Cuando la alegría se junta con la fe, todo es posible y eso fue lo que quisimos plasmar en estos dos murales, donde las sonrisas son protagonistas y el cielo representa aquello que todos anhelamos y una vez más confirmamos, que los sueños se construyen juntos.
La alegría es mi hilo conductor para contar historias, por esto en este mural quise plasmar un cuento, una vivencia, una realidad desde 3 tipos de miradas. La mirada de la comunidad escolástica, una resiliencia y visión que se convirtió en sanación y milagros y que vio en este lugar, un diamante de esperanza, trabajo y amor. Una mirada al convite, aquel que sin sistemas complicados o grandes procesos, permitió que entre grupos se fueran coordinando para compartir, alimentarse y acompañarse para construir un nuevo futuro. Y por último, una mirada al juego, ese que permite a los niños encontrar un escape, un mundo nuevo, una manera de soñar. Esta alegría aquí plasmada, no es más que la muestra de que los milagros existen, que son historias contadas con finales felices, que los protagonistas son aquellos que creen, pero más importante, que nunca se rinden.